Con vista al Paseo de la Reforma y una ubicación privilegiada bastante cerca al Centro Histórico de la Ciudad, The Capital Grille ha sido albergue de comidas de negocios, festejos familiares y reuniones entre amigos durante los últimos 10 años.

La decoración es sobria, igual que cualquier steakhouse aunque aquí se puede ver, desde algunas mesas, toda la acción de la cocina. Desde la entrada, el aparador con cortes de carne delata que se avecina una buena mesa, aunque con un estilo muy peculiar y variado.

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Los protagonistas en The Capital Grille: cortes de res añejados

Existe la falsa creencia de que la carne solo se debe consumir fresca por motivos de higiene y salubridad. Déjanos contarte un secreto: en condiciones controladas de humedad, temperatura y aire, es posible añejarla para que las fibras se rompan, los sabores se concentren y tu experiencia en el plato sea extraordinaria.

El proceso aquí es meticuloso y muy cuidado: dos cortes de carne en gran formato llegan a México desde Kansas. Se trata de aquél de donde se obtiene el Porter House (con sus derivados, que son el New York y el corazón de filete) y el Rib Eye.

Estos se guardan en una cámara de añejamiento donde pasan 40 días. Este tiempo sirve para que, con la pérdida de humedad, las fibras se rompan y se concentre el sabor de la carne. El tiempo es el preciso para que no quede demasiado fuerte, ni demasiado blando.

Cada pieza se pule en la tablajería del restaurante donde toma la forma adecuada: un filete magro, un New York, el corazón del Rib Eye o la pieza completa o el Porter House, emblema y protagonista de la casa. Todo se aprovecha: los restos sirven para hacer salsas y sopas.

En la mesa, la carne puede pedirse con este tratamiento o bien, como lo llaman ellos, en un añejamiento húmedo que consiste en sellarlo en una bolsa al alto vacío para que descanse 21 días en sus propios jugos. El resultado es casi tan bueno como el seco y es adecuado para paladares que prefieren lo sutil.

Para sabores tampoco paramos: se ofrecen con una costra de pimienta o con una mezcla de especias. El acompañamiento por default es un jugo de carne, obtenido de la grasa y huesos que quedan después de hacer los cortes.

Un mundo de posibilidades

Aunque la carne es la protagonista de las mesas en The Capital Grille, hay mucha oferta, y muy buena.

Para abrir boca sugerimos pedir los calamares fritos con pimientos y chiles güeros que, de acuerdo con el Gerente de Operaciones del lugar, es uno de los más aclamados -y su sabor explica por qué-. También hay ostiones y almejas, muy buenas para abrir boca.

Tanto las sopas como las guarniciones y las ensaladas pueden ordenarse en porción completa o medias raciones. Esto último lo recomendamos pues todo es abundante y vale la pena probar más. ¿Algo reconfortante? La sopa de cebolla. ¿Más sustancioso? El mac and cheese con langosta.

A las ensaladas tampoco les hagas el feo: son equilibradas, coloridas y bien pensadas para acompañar la proteína de tu preferencia.

Todo esto, con la intención de que llegues al postre. La carta es concisa pero variadita, así que seguro hay algo que llama la atención. El de la casa es el cheesecake estilo Nueva York, que si bien sale del molde por ser más aireado que los comunes, tiene un sabor suave pero presente.

El pastel de chocolate sin harina es ideal para aquellos que gusten de los perfiles cremosos sin ser muy empalagantes. El combo perfecto es pedir un poco de compota de frutos rojos que, con su acidez, corte la grasa de la mousse y sea el cierre perfecto a una comida de campeones.

The Capital Grille tiene un cheque promedio aproximado de 1,600 pesos.

Dirección: Av. Paseo de la Reforma 250, col. Juárez.

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