¿Un destino turístico que integra a la prehistoria con gastronomía moderna? Coahuila es uno de los estados de la República Mexicana que conserva más restos fósiles y, coincidentemente, también es tierra de excelentes vinos.

El punto de llegada es Saltillo, capital compartida del cabrito. Alrededor de esta ciudad hay varios municipios vinícolas desde hace varios siglos, como Ramos Arizpe, Arteaga, Saltillo, General Cepeda, Parras, Cuatro Ciénegas, Torreón, Múzquiz y Piedras Negras.

Buena parte del paisaje es desierto donde yacen vestigios de dinosaurios y de los primeros pobladores del territorio. Junto con huesos, piedras marinas que indican que esto era mar se han encontrado metates y formaciones rocosas que podrían emular un fogón, así que la historia de la cocina mexicana también empieza aquí. La mejor coincidencia es que millones de años después fue la cuna vitivinícola de nuestro país.

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Vinos y dinosaurios: el alma de Coahuila

Con el boom del vino en el Valle de Guadalupe, menos reflector queda para la producción del noreste pero no hay que perder de vista que son pioneros en el continente. Fue Casa Madero, fundada en 1592, la primera casa vitivinícola de América y también hoy es la mexicana más premiada a nivel mundial.

La historia de esta industria durante la Colonia es oscura: temas políticos y económicos prendieron fuego a miles de hectáreas que cultivaban parrales. Fueron pocas las haciendas que mantuvieron el permiso de producir y menos aún las que se mantienen vivas hasta hoy.

Casa Madero no solo es una de ellas y fuente inagotable de buen vino sino que también ha servido de inspiración para muchos otros agricultores de Parras y el Valle de Arteaga. Francisco Rodríguez, el enólogo responsable, enseñó a una generación de hoy profesionales sobre los qués y los cómos, de modo que hoy Coahuila es un destino enogastronómico casi consolidado.

Aunque mucho es su talento y la mano de sus colaboradores, la tierra tiene algo: memoria. Remontándonos a millones de años atrás, pensemos en esta zona como parte del mar, donde tiempo después habitaron abundantes especies de dinosaurios. El resultado es un suelo rico en nutrientes y minerales, capaz de hacer proliferar a pesar de la escasez de agua.

Entonces, el vino y la paleontología son una coincidencia curiosa a la hora de hablar de Coahuila.

Viñedos que cautivan

Aprovechando todo el patrimonio e historia, son ya 20 bodegas vitivinícolas en el estado, repartidas en los ocho municipios productores. Cada uno tiene una característica distinta pero comparten ADN: trabajo, esfuerzo, inversión, equipos visionarios, talento.

Te presentamos cuatro cuyas etiquetas también hablan de la calidad y el encanto de las regiones vitinícolas de Coahuila.

Don Leo

Rodeado por una cerca de cerros que son área nacional protegida, este valle plantado con parras y otras hortalizas es el hogar del que en 2020 fue nombrado mejor Cabernet Sauvignon del mundo.

Al llegar a la bodega, un gigante T-Rex recibe a los invitados para conocer el proceso desde que se vendimia la uva hasta que sale a la venta. Es posible agendar visitas que incluyen comidas, catas e incluso experiencias en su terraza, la cual tiene una de las vistas más privilegiadas de Parras.

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Parvada

Un desarrollo inmobiliario que sucede entre nogaleras y viñedos. Aquí, en Nido Kitchen, el paisaje se pone en el plato y la oferta gastronómica llama la atención: propuestas casuales como pizza de berenjena y también platos en forma que aprovechan mar y montaña. De no perderse los postres que cambian constantemente.

Se producen siete etiquetas distintas de vino, entre las que resalta el blanco y el rosado. Este viñedo está en Parras.

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Bodegas del Viento

Pequeña, familiar y rústica, así es esta bodega de vinos en Coahuila. La terraza es el escenario perfecto para una cata con quesos y productos de la región, además de tener varios spots para un buen photopportunity. Está ubicado en Arteaga, al noreste de Saltillo.

Recomendamos probar la etiqueta Sol de Noche, que es un ensamble de Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc y Syrah.

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Los Cedros

Otra de las bodegas de Arteaga, al norte de Saltillo. Aquí el viñedo está protegido por un mamut y algunas de sus piezas son genuinas. Encabeza la ruta Vinos y Dinos que diseñó la Secretaría de Turismo del Estado.

El diseño de la bodega es moderno y amplio. Aquí recomendamos probar el tinto Pinot Noir, que es la estrella de la casa.

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