Aunque existen muchas técnicas y usanzas para abrir una botella de Champagne –o, en realidad, cualquier espumoso– la realidad es que, para quedar bien con tus invitados y hacer lucir esta bebida con la elegancia que merece hay una sola manera correcta.

La discreción es clave: en un restaurante o en casa, por ejemplo, los fuegos artificiales y la espuma desbordada quedan fuera de lugar. Claro, existen esos rituales que ponen a prueba a los expertos en donde descorchan con un cuchillo afilado pero dejemos eso para las exhibiciones y eventos específicos.

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Antes de abrir tu botella de Champagne… unos tips

• Lo primero que debes saber es que, por lo general, no utilizarás sacacorchos así que guárdalo para otra ocasión.
• El corcho ¡no debe volar! De hecho, los expertos en protocolo y servicio señalan que, entre más silenciosa sea la abertura, mejor.
• Antes de abrir tu botella, asegúrate que esté a buena temperatura: entre 6 y 8ºC.
• Utiliza copas especiales para descubrir sus aromas, sabores y burbuja. 
• ¡No la agites!

Cinco pasos para disfrutar tus espumosos

1. Toma la botella por el pie y retirar el alambre que rodea el corcho. Esto ya no te servirá de nada, así que puedes desecharlo.
2. Dar un primer giro al corcho, deteniendo fuertemente la botella y ejerciendo presión para que no salga volando.
3. Con una servilleta o trapo, levantar con cuidado el corcho, alternando los lados hasta que salga completamente de forma lenta.
4. Enderezar la botella y dejar que respire unos segundos. Verás vapor salir de ella y es completamente normal: se trata del dióxido de carbono que se produce en la segunda fermentación y que da vida a las burbujas. 
5. Servir lentamente a dos terceras partes de la copa. La intención es que tenga una ligera corona de espuma.

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