La vuelta al mundo en los 10 postres más famosos
Postres como el tiramisú, los pasteis de nata, la créme brûlée o los brownies han dado la vuelta al mundo volviéndolos famosos y deseados.
La sopa de cebolla, uno de los platillos más icónicos de la gastronomía francesa, pudo haber tenido un origen humilde. Se cree que nació en un mercado de nombre Les Halles, fundado en 1135 por el rey Philippe-Auguste en París.
En este espacio se daban cita distintas clases sociales, los más pobres se repartían platos vendidos por sirvientes de las casas nobles y compuestos por los restos de comida de los banquetes. A esta mezcla de sobras se le conocía como “arlequins” (por estar llena de colores).
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También había comerciantes de sopas, las cuales regularmente eran acuosas e incluían cebolla, además de una rebanada de pan.
Otra versión atribuye la creación de la sopa de cebolla al rey Luis XV, quien supuestamente al volver de cacería vio su alacena casi vacía. Solo había cebollas, mantequilla y champaña e improvisó.
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El ingrediente que se añadió después es el queso derretido. Entonces la sopa tomó relevancia en restaurantes.
En Ciudad de México puedes probar esta preparación en Les Moustaches, un restaurante de influencia francesa en la colonia Cuauhtémoc.