Las diferentes formas del sushi y cómo comerlas
¿Te ha pasado que llegas a un restaurante japonés y no sabes qué es cada cosa del menú? Te ayudamos a descifrarlo y elegir lo que realmente quieres.
Entrar en el mood de armonía, relajación y bienestar no es sencillo, especialmente si vives en una metrópoli como la CDMX. Así que lo primero que tienes que hacer es elegir un lugar que ofrezca diferentes actividades y después, planear tu día.
El desayuno debe ser ligero y, al menos, una hora antes de tu cita. Comienza en los circuitos de hidroterapia (sauna, vapor y ducha); en algunos lugares hay piscina con chorros de agua que tienen diferentes niveles de potencia y temperaturas para relajar los músculos. Tómalo con calma, después de esto ya puedes disfrutar tu masaje. Al salir, relájate, bebe una infusión tibia y deja que el tiempo pase. Si empiezas a sentir hambre, puedes pedir una ensalada o algún otro platillo ligero.
Por último, disfruta un ritual espiritual u otro que no implique agua. Si quieres podrías cenar, pero seguramente solo tendrás ganas de dormir. Sin duda, la experiencia será memorable.
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Avisa en casa o en el trabajo que no estarás disponible en todo el día y deja tus pendientes resueltos para que puedas relajarte fácilmente.
Consulta con tu médico si tienes restricciones para el vapor o el sauna debido a presión arterial alta u otro padecimiento cardiovascular.
En todos los spas encontrarás agua natural, clorofila o infusiones, así que prueba todas para mantenerte hidratado durante el tratamiento.
Es recomendable que te bañes antes de tu tratamiento, pues así ayudarás a maximizar el efecto benéfico de los productos que te apliquen.
Si la presión del masaje, la luz, la música, la camilla o cualquier otra cosa no te gusta, no temas decírselo al terapeuta.