Seguramente has notado que, al comprar una botella de vino, su etiqueta contiene cierta información con diferencias como el año de cosecha, la palabra crianza o reserva, la uva y alguna descripción organoléptica si es que es joven.

Pero ¿de qué va todo esto? Todos los países y regiones vitivinícolas tienen diversas formas de catalogar los vinos que producen: Francia, por ejemplo, se rige por los territorios y las apelaciones de origen; en Sudamérica le dan prioridad más a las varietales de uva.

En el caso de España y gran parte de México, lo clasificamos de acuerdo a todo lo que pasa después que fermentó el mosto; es decir, si pasó tiempo en barrica, cuánto, si envejeció además en botella o si solamente se embotelló tras estar listo. Esto sirve para darnos una idea más o menos de qué sabores y aromas predominarán en el vino aunque no necesariamente son reglas de oro.

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Joven, crianza, reserva, gran reserva, Grandes Pagos y sus diferencias

Vamos por partes. España tiene una ley llamada de la viña y el vino cuyo objetivo es clasificar, de acuerdo a los procesos, todos los vinos que se producen ahí. Esto ayuda al consumidor a entender todo lo que está por beberse: el precio, los aromas, el cuerpo, el color.

En esta ley se reconocen diferentes clasificaciones como noble, añejo y viejo que son las menos populares. También habla sobre qué necesita un vino para ser crianza, reserva, gran reserva y vino de pago siento, en orden cronológico, incrementando en calidad y tiempo de envejecimiento.

Un vino joven será aquel que pasó menos de 12 meses de envejecimiento, por ese motivo no muestra el año de cosecha en su etiqueta. Sus sabores serán afrutados y tendrá una acidez marcada.

La norma establece que:

Un vino con crianza debe tener en total 24 meses de envejecimiento, entre los cuales, por lo menos seis deben ser en una barrica de roble que tenga capacidad máxima de 330 litros. Esto ayuda a que tome los aromas y sabores propios. El resto del tiempo puede madurar en botella.

El vino Reserva corresponde a: tintos con un período mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los que habrán permanecido al menos 12 en barricas de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros, y en botella el resto de dicho período. 

Para blancos y rosados se requiere un período mínimo de envejecimiento de 24 meses. De esos, debe permanecer al menos seis en barricas de madera de roble, y en botella el resto de dicho período.

Las joyas de la corona

Cuando leas Gran Reserva quiere decir que tu vino pasó, si es tinto, un período mínimo de envejecimiento de 60 meses. De ese tiempo, debe estar al menos 18 en barricas de madera de roble de capacidad máxima de 330 litros; en botella el resto del período.

Para blancos y rosados: un período mínimo de envejecimiento de 48 meses, al menos seis en barricas de madera de roble. El resto lo pasa en botella antes de salir a la venta.

Los Grandes Pagos de España son vinos con rasgos y cualidades singulares que tienen que ver con el territorio en el que se producen. Existe una vinculación notoria con el cultivo de los viñedos, es decir, involucra la cultura y a las personas que lo hacen posible.

Se le llama pago al territorio con características edáficas y de microclima propias que lo diferencian y distinguen de otros de su entorno. Su nombre está vinculado de forma tradicional y notoria al cultivo de los viñedos de los que se obtienen vinos.