Chalupitas y carnitas: dos de las joyas más preciadas de la cocina mexicana. Del 15 de octubre al 30 de noviembre podrás probarlas juntas en la colaboración del restaurante El Mural de los Poblanos en Los Panchos.

El chef Martín Hernández se metió hasta la cocina de este clásico de la colonia Anzures para dejar un pedacito de Puebla en su menú. Además, en el mes rosa también hay una campaña que promueve la prevención de cáncer de mama.

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La colaboración del Mural de los Poblanos y los clásicos de Los Panchos

Un secreto: es imperdible el mole de olla y las petroleras, así que la primera recomendación es ir en grupo para probar de todo. Esta receta es la original que preparaba la abuela de Francisco Chischitz, Carolina Vázquez quién, junto con su esposo, fundó el restaurante.

Después de ese reconfortante tazón, corresponde seguir con un clásico de las calles poblanas: las chalupitas. Martín cuenta que en su ciudad las preparan apenas con una hebra de carne pero decidió hacerlo más abundante para servirlas en Los Panchos. Hay con salsa verde y roja. La primera es sabrosa pero la segunda se lleva las palmas.

Mariana Guadarrama es chef ejecutiva de todos los restaurantes Los Panchos. Ella se encarga de que todas las recetas se ejecuten bien en sus cinco sucursales y también de respetar la sazón que los Chischitz tienen a la hora de preparar las carnitas. Una de las mejores formas de verificar que todo es tan rico y original como siempre es con un taquito de surtida o, mejor aún, con una petrolera.

Un taco al día es la llave de la alegría. Esta frase la usan de slogan para vender sus carnitas pero esta temporada se suman unos tacos árabes que no piden nada al buen sabor de lo típico del menú.

Siguiendo con la tradición libanesa pero orientados al consumo local, Mariana encontró en Casa Kuri -el restaurante árabe de La Condesa- la proveeduría del pan pita y jocoque con los que ameniza una carne de cordero braseada, sabrosa y suavecita.

Comer con causa

Para cerrar con broche de oro y además apoyar una buena causa, el helado de yogurt con frutos rojos. Su tono rosa empata con el de la campaña de prevención del cáncer de mama y parte de sus ventas se destinarán a la Fundación COI, dedicada a dar mastografías a personas en condiciones de vulnerabilidad.