No hay nada más cumplidor y sencillo que saber cómo hacer merengues para la hora del postre. Esa textura crocante, el sabor dulcecito y ligereza nos regresa a la infancia y nos trae de vuelta para disfrutar la vida como niños.
Hay tres tipos de merengue: el italiano, el suizo y el francés. Los primeros dos se utilizan más bien como betún y coberturas de tartas, mientras que el último –que es el que nos compete el día de hoy– se hornea y puede acompañar perfecto una buena taza de té o ser el snack ideal a media tarde.
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INGREDIENTES
- 100 gramos de claras
- 100 gramos de azúcar
- 100 gramos de azúcar glass
- 1 pizca de sal
Utensilios
- Colorantes al gusto
- Duya de estrella con manga
PROCEDIMIENTO
- Batir las claras en un tazón hasta que estén espumosas.
- Añadir poco a poco el azúcar sin dejar de batir hasta que estén lisas y brillantes.
- Cuando hagan picos firmes, incorporar el azúcar glass con una espátula y movimientos envolventes
- Servir en una manga pastelera y dar forma sobre una charola para horno.
- Hornear durante 15 minutos a 140ºC.
Algunos tips
Las claras debes batirlas a la misma velocidad para que tengan más estabilidad. Las abuelas decían que, además de esto, debía ser siempre hacia el mismo lado pero esto no es necesario; con que seas constante está bien.
Agrega el azúcar en forma de lluvia; es decir, poco a poco. Así lograrás que se disuelva bien y ayude a dar más firmeza a tus merengues.
La pizca de sal ayuda a que las moléculas de la clara se contraigan y tu resultado final tenga mejor consistencia. No modificará la dulzura ni el buen sabor de la receta, pero si buscas otra alternativa puedes probar con cremor tártaro.
El calor es muy importante al hacer merengues y debe ser bajo; de hecho, entre menos potente puedas poner tu horno, mejor. Así se secarán despacito sin quemarse por la superficie.
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