Es elegante, también rico, pero lo más importante: es muy fácil de preparar. La crème brûlée es un postre de origen francés que conquista a todos con su costra de caramelo, la cual guarda en sí una natilla de vainilla cremosa, inolvidable.

¿Quieres aprender a prepararla? Solo necesitas cuatro ingredientes y los tips que te compartimos a continuación.

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Crème brûlée: sus secretos más profundos

A pesar de que es un postre que va horneado, se sirve frío. Procura que repose lo más posible entre que está listo y lo vayas a comer, así tendrás una textura óptima.

Te recomendamos caramelizar justo antes de comerlo. No abuses del azúcar y utiliza refinada. Así quedará doradito y parejo. Si no tienes un soplete, utiliza una cuchara muy caliente haciendo movimientos cortos.

El tiempo de horneado es clave: si te pasas, se hace grumoso o gelatinoso; si le falta, sabrá a huevo.

Hablando del huevo, te recomendamos blanquear las yemas lo más posible; es decir, batirlas mucho tiempo con azúcar, de tal suerte que se pongan muy pálidas. Así no tendrá un sabor desagradable ni demasiado intenso.

Una vez que hayas dominado la técnica de la crema de vainilla puedes agregar cualquier ingrediente. Para darle frescura, fresas fileteadas y albahaca en la mezcla; para notas más complejas ¿qué tal pulpa de mamey o pixtle?

Ingredientes

• 2 tazas de crema para batir
• 5 yemas de huevo
• 1/2 taza de azúcar
• 1 vaina de vainilla o una cucharadita de esencia de vainilla

Para caramelizar

• 1/2 taza de azúcar refinada

Procedimiento

1. Precalienta el horno a 150ºC.
2. Calienta un poco la crema y apaga antes de que hierva. Incorpora la vainilla y deja infusionar hasta que llegue a temperatura ambiente.
3. Bate las yemas con el azúcar hasta que se pongan de color pálido.
4. Incorpora las yemas a la crema y mueve con una miserable o espátula sin hacer espuma.
5. Sirve la mezcla en ramequines o recipientes aptos para horno. Coloca sobre una charola de paredes altas o molde y sirve en ella un poco de agua, de modo que queden como a baño maría.
6. Hornea por 30 minutos o hasta que comiencen a dorar por la parte de arriba.
7. Deja enfriar y reposar por lo menos una hora (lo recomendable es hacerlo un día antes para mejores resultados)
8. Para caramelizar, espolvorear un poco de azúcar en cada recipiente y pasar un soplete o la parte de abajo de una cuchara muy caliente.

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