¿Quién dijo que no se pueden hacer cocteles con vino espumoso? Claro, hay algunas etiquetas que valen la pena probar solas, pero la sensación sparkling que aportan a la mixología los convierte en un ingrediente más que valioso.

Hoy celebramos el día del vino espumoso y antes de ponerse manos a la obra vale la pena recordar que existen varios tipos en el mundo. Desde el Champagne -que es el más famoso- pasando por el Cava y el Prosecco, muchas son las apuestas para ponerlo en las mesas de cualquier lugar.

¡Manos a la obra!

Bellini

Este coctel es un primo cercano de las mimosas pero, para darle una vuelta más original utilizarás jugo de durazno en vez de naranja.

Este es uno de los cocteles con vino espumoso más populares pues contrasta la acidez del vino con la dulzura de las frutas haciendo un trago equilibrado. Sírvelos en partes iguales en una copa flauta y asegúrate de que esté todo muy frío.

Aperol Spritz

El trago de la temporada. El Aperol es un licor italiano de naranja agria con ruibarbo que tiene notas amargas. Al combinarlo con Prosecco se equilibra la dulzura y acidez para hacer un coctel equilibrado, refrescante y perfecto para la hora del aperitivo.

Mézclalos a partes iguales en una copa de vino; termina con una media luna de naranja y un splash de agua mineral.

Kir Royale

La dulzura del licor de cassis redondea la experiencia de acidez y burbujeo del Champagne. Este trago es elegante y fresco, ideal para brindar o arrancar un evento.

Mezcla media onza de licor y el resto de la copa flauta llénala con vino espumoso.

Black Velvet

Nunca pensarías que una cerveza podría empatar tan bien con vino espumoso en cocteles. La cerveza Stout tiene notas a chocolate y caramelo además del clásico trasfondo amargo. El Cava es un vino producido en Cataluña con notas de acidez y dulzura, perfectos para complementar.