¿Sabías que el café de olla se comenzó a hacer en México en la época del Virreinato y que responde a influencias árabes? ¡Sí! Esta tradicional bebida es una adaptación a las bebidas del Medio Oriente que aprovechan las especias de la India y la miel para darle sabor y aromas a sus días.
Han pasado 300 años desde que la tradición comenzó en nuestro país y la receta aún sigue vigente. Es común que por las tardes acompañe una pieza de pan dulce, o también maride con tamalitos en las fiestas de pueblo.
Es verdaderamente fácil de hacer; es muy probable que tengas los ingredientes disponibles en tu alacena así que lo único que falta son las ganas. Para que quede aún más reconfortante puedes agregar leche caliente espumada y disfrutar a sorbitos esta delicia.
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Cómo hacer el mejor café de olla: ni muy dulce ni muy soso
Cada quién sabe el nivel de dulzor que le gusta, pero en el caso del café de olla el error común suele ser el sobreaprovechamiento del azúcar. La mejor manera para que todos los sabores luzcan es agregarla de a poquito sin que se convierta en un almíbar que solo empalaga.
INGREDIENTES
- 4 Cucharadas de café molido medio
- 1 litro de agua
- 1 raja de canela
- Anís estrella
- Piel de naranja
- Piloncillo al gusto
PROCEDIMIENTO
- Hervir el agua con el piloncillo hasta que se disuelva.
- Apagar el fuego, agregar el café y las especias.
- Dejar infusionar por 8 minutos.
- Colar y servir.
Al gusto: calentar leche y espumar. Agregar al final poco a poco y espolvorear un poco de canela molida.
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