Dónde comer comida coreana en CDMX
Con sabores que van desde el picante kimchi hasta el reconfortante bulgogi, los restaurantes de comida coreana están [...]
Si pensabas que el Gouda y el Edam son los únicos quesos emblemáticos de Holanda, debes saber que existen otros dignos representantes de la histórica tradición quesera de ese país y aquí te decimos cuáles son y cómo maridarlos.
Las noticias de la elaboración de este queso típico de Leiden datan al menos de 500 años. Con denominación de origen protegida, se produce artesanalmente en granjas locales a partir de leche cruda de vaca. Madurado de 3 a 12 meses es de pasta semidura, muy aromático, con un sabor frutal y marcadamente especiado por la adición de comino. Es tradicional servirlo como entremés con cerveza o vinos tintos robustos o bien rallado para dar un toque final a platos salados.
Lee también: Quesos mexicanos y con qué maridarlos
Su traducción literal es “queso granjero”, por lo que su producción debe ser artesanal y tradicional con leche cruda de vaca procedente, al menos en un 50%, de la granja donde se elabora, y el resto máximo de otras dos granjas. De pasta semidura, dependiendo de su proceso de maduración (entre 12 y 24 meses) su sabor varía: marcado acento de nuez cuando es joven; fuerte, frutal y levemente picante en el añejo. Puede comerse con frutas como manzana o pera, acompañado de vinos tintos tipo Pinot Noir o Merlot.
Hecha 100% de leche pasteurizada de cabra. Cuenta con indicación geográfica protegida y puede ser de dos tipos: fresco de pasta blanda, en cuyo caso es de color blanco, o semiduro y curado con color marfil, bastante parecido al Gouda. Tiene forma de cilindro plano, sabor suave, algo ácido y textura fundente. Servido con encurtidos, en una tabla de quesos o gratinado, va bien con vinos blancos frescos, ácidos y frutales como el Riesling.
Propio de la provincia de Frisia (de ahí que también se le conozca como queso frisón) figura como uno de los quesos holandeses más antiguos y cuenta con denominación de origen protegida. De pasta semidura color amarillo, es elaborado con leche semidescremada y pasteurizada de vaca. Existen dos variantes: el Kanternagelkaas al que se ha añadido clavo, y el Kanterkomijnekaas con comino. Madurado entre 4 semanas y 12 meses posee un sabor picante, especiado y ligeramente ácido que marida con vinos blancos aromáticos y frescos de uva Moscatel, Torrontés y Gewürztraminer.
Producido totalmente con leche pasteurizada de vaca (similar al Emmental suizo pero más tierno que este), pertenece a la categoría de los quesos semiduros. Madurado de 1 a 3 meses, posee una pasta de color sutilmente anaranjado con grandes agujeros. Por su sabor cremoso, suave y dulce con delicadas notas de nuez y acentos frutales, es ideal para servirse a manera de aperitivo con frutos secos o usarse para gratinar acompañado de vinos tintos con taninos potentes como el Syrah.
Con sabores que van desde el picante kimchi hasta el reconfortante bulgogi, los restaurantes de comida coreana están [...]
Lina, el primer restaurante de Mariana Villegas en CDMX, donde la creatividad culinaria y el amor por los productos locales se unen.
Con un estilo fast casual, el menú de Órale Milanga se enfoca en la milanesa, resaltando por una preparación auténtica sin pretensiones.